Juicio
al Pensamiento
Por:
@GegeRpz
Las
osadías jurídicas que solo ocurren en Venezuela, sin precedentes, sin historia
pero sobre todo sin caretas, el pasado Viernes vimos el juicio al pensamiento
más largo dentro de los tribunales de nuestro país, más de 18 horas agónicas,
pero con final escrito, una audiencia diferida por la cobardía que caracteriza
al Estado.
Sin
escrúpulos, pudimos sentir durante todo el día, como una jueza tarifada, le ponía
horario a un circo, fatal y represivo, violando todas las leyes posibles
establecidas para la defensa de los Derechos Humanos, incomunicando a los
enjuiciados de pensamiento por más de 8 horas, haciendo que sus familias mermen
la capacidad de aguantar tantos atropellos y desmanes.
Lo
posible y lo imposible, pasó en ese tribunal, a puertas cerradas, sin testigos,
para poder callar lo que la tiranía ejecuta por medio de leyes echas a medida,
para que la Dictadura a su antojo mutile la divergencia y la pluralidad
política.
Vimos
Madres inmutadas, Esposas estoicamente enfrentando las ofensas de esos que se
dicen defensores del pueblo, los amigos que con consignan de apoyo jamás se
fueron.
Resaltar
que la mordaza fue aplicada a locales y extranjeros, así se justifica el Estado
todo poderoso, que los accesos a la información están cerrados, peor aún como
los entes encargados de vigilar por la libertad de una Nación no se movilicen
para pedir explicaciones, de un juicio plagado de incongruencias de principio a
fin, donde las pruebas las pone el verdugo, donde el testigo es fabricado a
imagen y semejanza del Juez.
Se
puede llamar Juicio al acto que se ejerce para castigar por pensar diferente, y
donde ser disidente, resistente, opositor y libre, es un crimen que no tiene
absolución para los esbirros que dominan el poder.
No
se puede disentir, de un opresor, violador y torturador, crimen que es penado
con las mayores rigurosidades que existan dentro un proceso penal agangrenado
de odio, de una mafia que se cree con el derecho de callar las mentes libres, cuanto
más tiene que pasar para que reaccionemos ante la amenaza de quedarnos como paralíticos
mentales.
El
tiempo ya no alcanza, se agotó la espera por una sentencia justa, simplemente
no se puede esperar más, de quien no es capaz de aceptar sus errores, esa Jueza
y su dictamen en Primera Instancia solo dejo claro, que no tiene el valor, ni
la sangre para acusar a Inocentes, esa noche el miedo corrió por las venas de
los celadores de esas cárceles que mantienen presos a los que con la verdad los
han dejado al descubierto.
Pasarán
los días para saber cuan crueles pueden ser, pero lo que no cambiara en ese
tiempo es la fuerza, la vocación, la entrega, la nobleza, la hidalguía y la
templanza de esos presos que están inamovibles en su lucha, el Estado pidió tiempo
para armar su rompecabezas, no le alcanzan las piezas, no les bastan las balas,
ni los golpes, ni las violaciones, porque cuando se vive de las convicciones se
repelan todos los abusos que un bastardo verdugo, eunuco y con disociación
mental quiera ejercer.
Los
presos de conciencia, son banderas de lucha, demuestran que la única #SALIDA es
perder el miedo a decir lo que se siente y se cree, las Dictaduras en su afán de
silencio y arrodillamiento, hacen que los hombre se aferren a sus ideales y
creencias.
No se puede llamar juicio
a un acto donde no se imparte justicia, y no se puede llamar sentencia a un
castigo por pensar distinto.
Leopoldo López, Christian
Holdack, Marco Coello, Demián Martín Ángel González, son voces que aún
encarceladas continúan gritando Libertad, Democracia y sobre todo respeto por
pensar distinto.
Estamos del lado correcto
de la historia, la mayoría pide un cambio, evolución y entendimiento, respeto a
los derechos y solidaridad ante las divergencias.
Dedicado a todos aquellos
que sienten y expresan de forma libre sus pensamientos.
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