viernes, 26 de febrero de 2016

Comienzos de la Moda, Coco, Mary y El Bikini!



La ropa de mujer y la historia de la sociedad

A principios de 1900 la moda mostraba su preferencia por las mujeres maduras y dominantes, con busto bastante prominente, efecto que se enfatizó más adelante con los llamados corsés. Éstos hacían que el cuerpo se mantuviese rígidamente derecho por delante y las caderas hacia atrás, creando la peculiar silueta en forma de "S" de esta época. La falda iba ajustada a las caderas y se ensanchaba en forma de campana conforme bajaba al suelo. El cuerpo se llenaba de cascadas de encaje.



Los peinados se llevaban muy altos, por encima de la cabeza y con sombreros aplastados en forma de torta, que salían hacia fuera como para equilibrar la cola del traje. Los vestidos de noche tenían escotes exagerados, pero los de día cubrían el pecho por completo. Eran clave los pequeños cuellos de encaje, que se sujetaba con ballenas, y los guantes largos. Las plumas hacían furor y los sombreros se adornaban con ellas.



En 1913 los vestidos de los cuellos, que llegaban hasta las orejas, se sustituyeron por lo que se conoció como el cuello en V, con el consiguiente alboroto. Fue denunciado como una exhibición indecente; y los médicos vieron en el un peligro para la salud. Apareció una blusa con un púdico triángulo abierto en el pecho que se apodaba la “blusa pulmonía”, pero a pesar de todas las protestas el cuello en V fue prontamente aceptado. Justo antes del estallido de la Guerra hubo otra modificación en la línea general del vestido, sobre la falda, que era muy estrecha, se puso otra falda, justo por debajo de la rodilla. Los sombreros ya no eran tan anchos, sino pequeños y pegados a la cabeza. Debido al estallido de la guerra, la moda tuvo un efecto amortiguador y apenas se producen cambios hasta la segunda década del siglo XX.


En 1919 la moda volvió y la falda acampanada que se había mantenido durante toda la guerra, fue reemplazada por la llamada línea “barril”, cuyo efecto era el de la forma de un tubo. El busto era totalmente como el de un muchacho y las mujeres comenzaron a llevar corsés alisadores. La cintura desapareció por completo y aparecieron muchos trajes con el corte a las caderas, rasgo característico de la moda de la mitad de la década.

En 1925 surgió la auténtica revolución: la falda corta. Al igual que con el escote en V, la falda corta fue denunciada por los principales mando de Europa y América, pero no les sirvió de nada. Había aparecido un nuevo tipo de mujer. El nuevo ideal erótico era el andrógino, las chicas se esforzaban lo más posible por parecerse a los chicos. Las curvas, que hasta ahora había sido lo más deseado, desaparecen, y las mujeres comienzan a cortarse la melena a lo garçonne.


Al final de la década las faldas empezaron a alargarse de nuevo y la cintura volvió a su lugar normal, significando la vuelta hacia un nuevo paternalismo, la gran depresión americana y en la subida de Hitler al poder. Los hombros anchos y las caderas estrechas, personificado en la figura de Greta Garbo. En los años 30, sobre todo, las actrices eran casi árbitros de la moda, con trajes creados por diseñadores como Gilbert Adrian. En este momento el foco de atención paso de las piernas a la espalda. Las espaldas llevaban un escote que llegaba hasta la cintura. Incluso los vestidos de día tenían una hendidura en la parte superior de la espalda, y la falda iba muy ajustada sobre las caderas como para revelar, por primera vez en la historia, la forma de las nalgas.


A medida que se iba acercando la II Guerra Mundial, estaba claro que la silueta femenina no iba a sufrir grandes cambios.




Llega Coco Chanel

La historia de esta enigmática mujer inicia el Saumur, Francia. Gabrielle Bonheur Chanel nace en 1833 en una familia de escasos recursos.Quedó huérfana al morir su madre víctima de desnutrición. Poco tiempo después fue enviada a un orfanato donde permanece hasta su adolescencia.


Coco solía decir que "una mujer sin perfume es una mujer sin futuro", por ello en 1920 se trabajó con un químico ruso que estaba experiementando para crear nuevas fragancias. Un día Coco tuvo en sus manos una docena de pequeños frascos con perfumes y tomó el primero de ellos. Era el quinto día del quinto mes del año, así que dijo: "Este número hará que este perfume sea verdaderamente grande".



A pesar de su éxito, el gran fracaso de Coco Chanel fue el no haber podido tener una familia propia como era su sueño. Coco murió todavía trabajando , el 10 de enero de 1971, siendo una mujer tan solitaria como lo fue cuando entró al orfanato al morir su madre.





Es un hecho que la moda ya existía cuando Coco Chanel apareció en la escena, pero lo que no había era alguien con esa creatividad y gracia únicos. Las mujeres llevaban mucho tiempo esperando algo nuevo y que las hiciera lucir aún más bellas.Coco supo ir contra la tendencia de la época y crear algo femenino, innovador, seductor, vendible e insuperable.
Coco Chanel entendió muy bien el significado de dos de sus frases: "Se triunfa con lo que se aprende" y "La moda es algo que pasa de moda, el estilo jamás".



Mary Quant es considerada la inventora de la Minifalda

Fue una creación de los años sesenta, obra de la diseñadora inglesa Mary Quant, primero enseñando las rodillas de las féminas y poco después acortándose hasta prácticamente la mitad de los muslos. "Una mujer es tan joven como su rodilla" decía Mary Quant al hablar de la nueva falda, pronto



convertida en un icono de Londres. El invento, presentado en un desfile el 10 de julio de 1964, le valió el título de Oficial de la Orden del Imperio Británico, otorgado por el palacio de Buckingham "por su contribución a las exportaciones inglesas". Quant abrió su primera tienda en la calle de Kong's Road de Londres, con el nombre de Bazaar. Además de inventar y comercializar la minifalda, promovió un arquetipo de mujer joven y delgada, creó diseños de medias estampadas y de pantalones de pata de elefante, así como de botas altas por encima de las rodillas. Y apostó por las mallas de colores, los jerséis acanalados y ceñidos, y los cinturones caídos.






Sin embargo, el editor de la revista Vogue en su versión británica opinó en su día que el verdadero creador fue John Bates en lugar de Mary Quant o André Courrèges, como sostienen otros muchos especialistas en moda.





El Bikini

El origen del bikini se situa en el año 1600 A.C. por los mosaicos decorados con imagenes de mujeres en un vestido de baño de dos piezas hallados en una antigua villa siciliana.




Por su parte el estilista francés Louis Réard presentó el 3 de julio de 1946 por primera vez, en su colección de trajes de baño, uno de dos piezas, a la que llamó Bikini en honor a Bikini Atoll, uno de los tantos atolones de Marshall Islands, en el pacífico central. Este lugar es reconocido por ser ideal para bucear por su riqueza natural y se hizo famoso en la década de los cuarentas cuando Estados Unidos lo utilizó como lugar de pruebas nucleares.




El bikini desde su inveción no habia sido del todo aceptado, la actriz norteamericana Esther Williams resume la reacción social negativa en los años 50, tanto anglosajona como europea, ella a pesar de ser famosa por su participación en Escuela de Sirenas (George Sidney, 1944) donde continuamente salía en bañador, fue censurada por la supuesta inmoralidad del nuevo modelo que portaba.




En el año de 1951 durante el certamén de Miss Mundo el bikini fue nuevamente prohibido, ganando terreno el traje de baño de una sola pieza, el cual era considerado sinónimo del buen gusto.

La popularidad del bikini

La popularidad del bikini se da hasta los años 60, esto por razones de ética más que de estética, sin embargo gracias a factores tan influyentes como las grandes divas del cine, los medios de comunicación y la apertura política y social de occidente, su aceptación comenzó.



Se dice que una bailarina del Casino de París, Micheline Bernardini, fue la primer modelo en posar con bikini. El inventor de la prenda, Louis Reárd, tuvo que recurrir a ella porque ninguna modelo profesional se atrevía a lucir una prenda tan destapada.Fue ella quien sugirió a su creador este nombre, alegando que iba a ser "más explosivo que la bomba de Bikini".



Con Brigitte Bardot y sus descansos en Saint Tropez y Cannes luciendo un bikini, se desencadena la promoción de tal prenda. Su papel en Y Dios creó a la mujer en 1957, animó a decenas de mujeres a usarla. Asi también la colaboración del cantante Brian Hyland y su canción Itsy Bitsy Teenie Weenie Yelow Polka Dot Bikini despierta entre las adolescentes americanas el gusto por esta prenda de escándalo.



Seis años después, Ursula Andress lució su famoso bikini con cinturón mientras interpretaba a la "chica Bond" en "007 contra el Doctor No". Raquel Welch por su parte aparecia con un sugestivo bikini en "Hace un millón de años", cuando interpretaba a una feroz cavernícola, en 1966.




Mientras en América esta diminuta prenda, causaba furor, caso contrario se presentaba en España,Grecia y Portugal, donde debido al ambiente político y religioso, las mujeres eran más recatadas, los bañadores de una pieza de piqué o punto con falditas y escote alto seguían siendo los reyes de las playas.



Con la evolución y vanguardia de los tejidos, el bikini tiene una mayor difusión.Luego para 1960 con la introducción de la lycra una fibra que puede ser tensada y estirada hasta seis veces su longitud natural, el diseño de esta singular prenda se abre a nuevas posibilidades, por lo que la moda llega a los momentos de descanso y bronceado en las playas.






Posteriormente con la libertad de expresión, el fin de la dictadura franquista y el landismo, Mariano Ozores y Alfredo Landa, traen el "top-less" y el tanga. Este último llega de las playas de Brasil y reduce las piezas del bikini a su mínima expresión.


El aire de libertad que se respira en los ochenta, el interés por la moda y por un cuerpo escultural, continúan con el triunfo de las tangas y el cine encumbra a Bo Derek como la mujer perfecta en traje de baño.



En los años noventa, los bikinis continúan con su ascenso pero mostrando ahora formas rectas y colores lisos, así mismo causó sensación el bikini de diseño deportivo que mostró la reina del voleibol Gabrielle Reece en 1993.

Moda en bikinis para el siglo XXI

Haciendo un recuento del pasado se puede decir que los diseños actuales del bikini son una recopilación mejorada, acutalizada y más discreta de los modelos de los años 60 y 70.



Diseñadores famosos como Guillermina Baeza afirma con rotundidad que este verano el bikini es la prenda reina. En la misma línea Andrés Sardá sugiere para su colección University diseños que evoquen el pasado con bikinis de estampado colorista con motivos pop que remiten a los 70.



La firma Oysho (línea de ropa íntima de Inditex) propone a las mujeres el uso de bikinis de cuadros vichy, rayas y geométricos; con un acentuado retorno a los escotes sugerentes y braguitas bajas, con cinturón o pantaloncito.


First Company por su parte, se llena de colores marineros, en tierra, fantasías brillantes y una marcada influencia de los 70 y los 80. Las formas de los dieseños actuales se prestan a la variedad y abarcan desde tops de línea deportiva, sesenteros, mini camisetas y formas asimétricas.


Al final el Bikini se usa en todos los países de mundo, dejando ver mucho, poco o nada de piel, siendo una prenda de las más usadas a nivel mundial.


jueves, 25 de febrero de 2016

Simo Häyhä conocido como "La Muerte Blanca"

Por: @GegeRpz




Uno de los grandes protagonistas individuales de las batallas que tuvieron lugar durante la II Guerra Mundial fue el francotirador finlandés Simo Häyhä, uno de los más efectivos de la historia (con 545 muertes atribuidas a su puntería), y factor fundamental para la resistencia finlandesa frente a la invasión rusa en la llamada Guerra de Invierno, que tuvo lugar entre 1939 y 1940. Durante este enfrentamiento bélico entre el poderoso Ejército Rojo y la humilde resistencia de Finlandia, de inesperado resultado ambiguo, Simo Häyhä fue nombrado por los soviéticos como Belaya Smert, es decir, "La Muerte Blanca".




Durante la Segunda Guerra mundial se empleó por primera vez a los francotiradores, quienes comúnmente eran conocidos como: “mensajeros de la muerte”. Estos soldados de alta precisión abatían las filas enemigas, escondidos con una gran cantidad de municiones y provisiones para permanecer lejos de sus camaradas. Fueron muchos los francotiradores celebrados por estas proezas, por ejemplo, dentro del régimen estalinista se destacaron Vasili Zaitzev o Yakovlevich; del imperio Nazi, dos alemanes, Erwin Koning y Heinz Thorvald. Pero sólo uno podría ser el mejor en esta categoría: el finlandés Simo Häyhä.
Simo Häyhä nació el 17 de diciembre de 1905 en la región de Rautjärvi, ubicada entre la frontera de Finlandia y Rusia. Simo provenía de una humilde familia de granjeros, ande de cumplir los 20 años se alistó en el servicio militar en 1925. Durante su entrenamiento Häyhä demostró buena técnica en las prácticas de tiro. Una vez que terminó su tiempo de servicio, regresó a su tierra natal para dedicarse a la vida del campo. Agricultura, ganadería y caza fueron lo suyo hasta el invierno de 1939, periodo en el cual estalló la llamada Guerra de Invierno, la Unión Soviética atacó a Finlandia, tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial.






Häyhä era un pequeño granjero y cazador que medía poco más de un metro y medio. Cuando en 1939 la Unión Soviética invadió Finlandia, Häyhä, que solo había pasado por el ejército para hacer el servicio militar obligatorio, tomó su rifle M28 Pystykorva y un traje de camuflaje blanco como la nieve, y se puso a las órdenes del ejército, valiéndose de su puntería, su ingenio y su gran conocimiento de los recovecos de los helados bosques finlandeses.


El plan del líder ruso Stalin era ocupar todo el país por la fuerza, valiéndose de su superioridad en fuerzas, pero la imbatible resistencia finlandesa lo impidió.
Aunque después de un arduo combate el Ejército Rojo perdió su credibilidad, esto influyó en la decisión de Hitler de emprender un plan militar conocido como la Operación Barbarroja. La Guerra del Invierno se produjo entre 1939 y 1940.

Pronto, su efectividad mortal fue tal que los rusos pusieron precio a su cabeza. Se organizaron operaciones únicamente para acabar con él, pero los soldados rusos que lo iban a buscar no regresaban. No solo soldados fueron enviados en su búsqueda, sino incluso otros francotiradores, y grupos enteros de ellos, fueron invertidos en dar con él, pero fue en vano: La Muerte Blanca siguió actuando con sigilo y astucia (se dice que no usaba mirilla y que guardaba nieve en la boca para no ser divisado por su aliento) hasta generar 700 bajas, entre muertos y heridos, en el Ejército Rojo. Si bien Rusia logró anexarse, terminado el conflicto armado, el 10% del territorio de Finlandia y el 20% de su capacidad industrial, este resultado fue muy inferior al que se esperaba teniendo en cuenta la diferencia de fuerzas, y el Ejército Rojo debió lamentar numerosas bajas y un repentino descrédito militar en plena Guerra Mundial… entre otras cosas por la maestría irrepetible de un francotirador silencioso, llamado Simo Häyhä. Un pequeño hombre que, al ser preguntado acerca del secreto de su notable habilidad, respondió simplemente: “práctica”.






Finalmente, los soviéticos se librarían de Simo un 6 de marzo de 1940. Los hechos fueron más o menos así:

Eran las 6:20 a.m. cuando Simo y los de su unidad recibieron la orden de atacar a unos soldados soviéticos que estaban apostados en un valle, negándose a abandonar sus puestos por orden de sus comandantes. En aquel enfrentamiento habían muerto unos 140 finlandeses para el mediodía, pero las bajas soviéticas eran mucho más cuantiosas y, a lo largo y ancho del terreno, los cadáveres yacían tiñendo de rojo la nieve. Los soviéticos estaban desesperados, ¿cómo podían perder tantos soldados?, ¿dónde se escondían los malditos francotiradores finlandeses? En ese afán por acabar con los escurridizos soldados finlandeses, los soldados soviéticos se veían correr de un lado a otro, y los proyectiles de artillería estallaban en numerosos sitios, haciendo saltar la nieve y los punzantes trozos de árboles despedazados. Para el momento en que un soviético gritó señalándole a su grupo la posición de la “Muerte Blanca”, Simo ya había arrasado con unos 40 soldados enemigos, superando con creces su record de otros días… Pero ahora las cosas estaban realmente complicadas: los soldados enemigos corrían hacia él, y en la zona apenas quedaban unos 14 finlandeses.


Simo estaba oculto detrás de una gran roca. No podía darse el lujo de asomar así nomás la cabeza o incluso el arma, pues las balas pasaban veloces a la derecha, a la izquierda, y también por arriba de la roca… Aún así, su habilidad era tan grande que, cuando disparaba, un soviético caía, con lo cual conseguía sembrar algo de miedo y evitar que el avance del enemigo se vuelva demasiado caudaloso. Afortunadamente, los soldados soviéticos que enfrentaba no tenían ametralladoras, pues de ser así fuera casi imposible defenderse. Por ello logró resistir heroicamente, hasta que, en una de esas ocasiones en que se asomó a disparar, una bala explosiva, disparada por un francotirador soviético según ciertas fuentes, le dio en la barbilla y le salió por la mejilla izquierda.
Ahora, Simo perdía sangre y necesitaba ayuda. Cualquiera habría muerto en tales circunstancias, pero él tuvo tanta habilidad y “cabeza fría” que incluso consiguió acabar con el soviético que le había disparado, y con otros más… Lógicamente habría llegado un punto en que perdería la consciencia y pasaría a ser “carne de cañón”, pero solo ocurrió lo primero porque, cuando apenas 3 finlandeses más resistían con él, llegaron refuerzos de rescate y lo sacaron. Según refirió uno de los soldados que lo salvaron, Simo “había perdido la mitad de la cara".

Tras ser llevado al hospital, Simo permaneció inconsciente hasta el 13 de marzo, y en todo el mes no fue capaz de escuchar nada. Requirió 10 cirugías faciales, y tuvo que pasar algún tiempo para que reapareciese y se supiese que no había muerto, cosa esta que deseaba hacer creer la Prensa Soviética y algunos sectores informativos de la propia Finlandia.



Las armas del gran francotirador

Simo Häyhä usó únicamente dos armas. La primera, el rifle M/28, variación finlandesa del rifle soviético Mosin-Nagant. Con el M/28, Simo mató unos 542 soldados soviéticos. Su otra arma era la sub con el que oficialmente liquidó a 505 soldados rusos. Como arma de soporte usaba un Suomi M-31 SMG, un subfusil de menor alcance que su rifle, y con el que se piensa que habría matado aproximadamente unos 200 uniformados soviéticos, alcanzando un total de 742 muertes en la estadística más optimista (pues ciertas fuentes dicen que en realidad solo mató 505 soviéticos con el M/28).






Después de la guerra

Simo requirió varios años para recuperarse por completo después de haber sido herido en el rostro. Sin embargo, una vez que estuvo suficientemente bien, volvió a su viejo pasatiempo de cazador, pero también se dedicó a criar perros.
Su hogar, ya que los soviéticos se habían quedado con las tierras en que alguna vez habitó, pasó a ser la granja de su hermano Utulaan, en una zona poblada de Ruokolahden (al sureste de Finlandia, cerca de la actual frontera con Rusia), rodeada de bosques. Allí siguió viviendo en soltería (no se había casado ni se casaría), pero convertido en una celebridad con la cual el presidente finlandés Urho Kekkonen fue varias veces de caza.
También, tras la guerra Simo fue invitado a ser miembro honorario del Club de Oficiales de Reserva de Ruokolahden, habiendo formado, en tiempos de guerra, parte de la infantería ligera de Carelia.







Finalmente, y ya con la salud mermada por el paso del tiempo, Simo acabó sus días en Hamina, un hogar de ancianos veteranos de guerra. Falleció el 01 de abril del 2002, a la venerable edad de 97 años. Poco antes, en 1998 cuando un grupo de coleccionistas de armas fue a entrevistarlo, se le preguntó cómo había llegado a ser tan buen francotirador, y él simplemente respondió: “práctica”.


Frase Celebre de la Muerte Blanca:

Sin embargo, y aquí viene la frase más recordada de él, cuando se le preguntó si lamentaba haber matado a tantas personas, el “amable”, “humilde” y “tranquilo” anciano, respondió mirando con natural serenidad a través de sus gruesos anteojos: “Yo solo hice lo que me dijeron que hiciera, lo mejor que pude”.